Marruecos apuesta por un megaestadio para albergar la final del Mundial 2030

El presidente de la Federación Real Marroquí de Fútbol (FRMF), Faouzi Lekjaa, ya había manifestado esta ambición, imaginando una final en Casablanca. Este sueño parece ahora tomar forma. Después de un primer proyecto de estadio en 2026 que se quedó sobre el papel, Marruecos vuelve a la carga con una versión revisada y ambiciosa para conseguir la codiciada organización de la Copa del Mundo.

El proyecto del Gran Estadio Africano, como se le conoce, se impondrá como el segundo más grande del mundo, con capacidad para 113.000 espectadores, muy por encima de los 93.000 inicialmente previstos por el dúo de arquitectos españoles Cruz y Ortiz.

El gigantesco estadio debería surgir cerca de Benslimane, no lejos de Casablanca, y las obras están previstas entre 2025 y 2028. La factura podría ascender hasta 500 millones de euros, dentro de un presupuesto global que supera los 1.000 millones de euros, destinado a la modernización de otros seis estadios en todo el país.

Con vistas a la Copa Africana de Naciones 2025, se han programado obras de renovación para el Gran Estadio de Tánger, el Complejo Mohamed V de Casablanca, el Complejo Deportivo Moulay Abdallah de Rabat, el Gran Estadio de Agadir, el Gran Estadio de Marrakech y el Complejo Deportivo de Fez, todos ellos potenciales sedes de partidos de la Copa del Mundo 2030.