El Islam en Francia : Retailleau reaviva el debate sobre su integración y organización

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El Islam en Francia : Retailleau reaviva el debate sobre su integración y organización

Bruno Retailleau, el ministro del Interior francés, reanuda el debate sobre el Foro del Islam de Francia, creado por su predecesor Gérald Darmanin en febrero de 2022, en sustitución del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM). Recientemente intercambió sobre este tema con representantes del culto musulmán.

Darmanin había preferido esta denominación y este formato para combatir la idea de que "el islam es una religión de extranjeros, para extranjeros, financiada por extranjeros" y garantizar la formación de los imanes. El Foro del Islam de Francia es un grupo de expertos nombrados a nivel departamental por los prefectos. Está compuesto por seis grupos de trabajo que reflexionan sobre los desafíos relacionados con la organización del culto musulmán en Francia.

Un informe titulado "Del Islam en Francia a un islam de Francia, establecer la transparencia y eliminar las ambigüedades", presentado en 2016 por una misión de información senatorial presidida por Corinne Féret (PS), puso de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan los musulmanes de Francia, relacionadas en particular con la formación de los imanes, el peso de los países de origen, las dificultades de financiación, los conflictos relacionados con la filière halal. Desafíos que las instancias representativas actuales tienen dificultades para afrontar.

Desde la presentación de este informe, se ha producido un estancamiento. "Estamos en punto muerto", lamenta la senadora socialista Corinne Féret. Nathalie Goulet, una de las redactoras del informe, añade : "No se ha avanzado porque las comunidades no quieren organizarse, se necesitan dos para bailar el tango". Para algunos observadores, la complejidad del problema reside en la responsabilidad del Estado en la organización de los cultos.

En principio, el Estado no debería reconocer ni subvencionar los cultos. Pero al mismo tiempo, debe "velar por ejercer plenamente sus prerrogativas de poder público en los ámbitos relacionados con los cultos de los que es responsable (seguridad nacional, protección de los consumidores, política exterior, fiscalidad, etc.)", explica el informe de 2016. Nathalie Goulet precisará que "el Estado puede sugerir, incitar, proponer, encuadrar, pero en cuanto a los dispositivos en sí mismos, son las comunidades las que deben organizarse como lo entiendan".

Al recibir recientemente a una decena de representantes del culto musulmán en la plaza Beauvau, Bruno Retailleau intenta "reanudar el diálogo" y es "una buena cosa", observa Corinne Féret, señalando que en nombre de la laicidad, el Estado no puede inmiscuirse en la organización de una religión. Desde el 1 de enero de 2024, los imanes destacados por su país de origen ya no tienen cabida en Francia. En 2016, 301 imanes de Marruecos, Argelia o Turquía predicaban en cerca de 2.500 lugares de culto en Francia, según el informe.