Brutal agresión racista a dueña de restaurante marroquí en La Roche-Posay conmociona a Francia

Todo comenzó con el rechazo de Hasna a "recibir a clientes un poco ebrios" en su restaurante marroquí Le Casablanca en La Roche-Posay (Vienne) el 16 de julio pasado. Uno de ellos, molesto, se abalanzó sobre ella. "Empezó ahí, un señor me cogió manía. Sus amigos lo hicieron irse. Llamamos a los gendarmes y ahí quedó", relata la restauradora, que abrió Le Casablanca a finales de la primavera, después de haber regentado una pizzería en el mismo local, en la calle Pierre Nonnet.

El 18 de julio, la treintañera recibe un pedido por teléfono. Estaba lejos de imaginar que este pedido provendría de los clientes un poco ebrios. "Al principio, era un pedido cualquiera. Y luego la persona al teléfono me dijo que había agredido a su tío y que venían cuatro a darme una paliza". Unos minutos después, llegan cuatro hombres. Uno de ellos le lanza insultos : "Me insulta de todas las maneras", asegura Hasna. "Donde tuve suerte es que sus amigos no fueron muy violentos. Se fue, creí que nos habíamos entendido".

Al día siguiente, sábado 19 de julio, llegan dos hombres alrededor de las 5:30 de la tarde. La restauradora está "haciendo sus preparativos" para el servicio de la noche. "Golpean la puerta, enseguida vi quiénes eran", recuerda Hasna. Según ella, era el hombre que se había enfadado el miércoles, acompañado de un hombre más joven que se presentaba como uno de los sobrinos, ya presente el día anterior. Su compañero estaba presente. Ella le dice que se quede en el restaurante "para no empeorar las cosas". Ella sale sola. Es el comienzo de una agresión racista.

"Me dicen que soy una árabe de mierda, que no tengo nada que hacer en La Roche-Posay, que además hago cuscús en La Roche-Posay, que soy una puta gorda". A continuación, un gesto inapropiado : "Me manoseó el trasero. Sentí mi trasero apretado en su mano". Habría sido golpeada por el más joven. "Me caí, recibí varios golpes, a nivel de los glúteos, las rodillas, la cara y el pecho", describe. Su pareja finalmente se une a ella cuando la oye gritar. "Fue entonces cuando llegaron los gendarmes". Pero no se detuvo a los dos presuntos agresores.

"Lo que me ha traumatizado aún más es el hecho de que se fueran, además con una sonrisa. [...] En ese momento tan complicado, no entendí muy bien si no tenían sitio para meterlos, o si no eran suficientes. Me dijeron que lo sentían, pero yo lo siento más por mí misma que he sido agredida", añade Hasna. Presentó una denuncia al día siguiente, el domingo 20 de julio, y se abrió una investigación. La alcaldesa de La Roche-Posay, Pascale Moreau, dice estar "conmocionada por este asunto". Expresa toda su compasión a las víctimas y denuncia "toda forma de agresión y violencia".

La francesa de origen marroquí sale de esta agresión traumatizada. "Tengo pesadillas en las que me violan, me golpean, golpean a mis hijos, me queman en mi casa", enumera. Esta madre de tres hijos de 16, 12 y 11 años toma ahora calmantes y somníferos. "Estoy completamente destrozada. ¿Por qué tanto odio ? Tengo la impresión de que no soy bienvenida aquí", articula la nacida en Nantes.