Benatia revoluciona el OM : Exigencia y franqueza transforman al gigante marsellés

Bladi
Benatia revoluciona el OM : Exigencia y franqueza transforman al gigante marsellés

Medhi Benatia, el nuevo director deportivo del OM, tiene un método muy propio. Quince años después de su propia definición, aplica una filosofía de franqueza y exigencia. En particular, revela la intensidad de su relación con el entrenador Roberto De Zerbi.

Después de describirse a sí mismo como alguien que "siempre dice lo que pienso", Medhi Benatia aplica la misma filosofía en su nuevo papel de director deportivo del Olympique de Marsella. Llegado en enero, el ex defensa internacional marroquí impone un estilo directo y una implicación constante, desde el control del peso de los jugadores hasta la estrategia del club.

Este método de trabajo encuentra un eco particular en el nuevo entrenador, Roberto De Zerbi. "Hablamos hasta las dos de la mañana, a menudo por videoconferencia", explica Benatia, describiendo una relación "bella y estimulante" con un entrenador de "pasión desbordante". Revela que De Zerbi, inicialmente superado por Fonseca y Conceiçao en la lista de objetivos, fue una elección audaz, validada por teléfono después de un primer contacto, explica en el Corriere della Sera.

El dúo ya ha conocido un éxito destacado al vencer al Paris Saint-Germain, un recuerdo que Benatia califica como "el mejor día" desde su llegada. Frente a un club que "ha gastado mil millones de euros", se muestra realista pero ambicioso : "Tenemos que trabajar mucho, y aún más, para estar listos en caso de que cometan un error. Si eso sucediera, sería el OM quien ganaría".

Esta exigencia de trabajo va acompañada de una disciplina estricta. Benatia ha vuelto sobre el altercado entre Adrien Rabiot y Josh Rowe, calificado de "pelea que nunca deberíamos ver". Ante la falta de disculpas, la dirección tomó medidas firmes, lo que llevó a la salida de los jugadores. "A costa de terminar quintos o sextos, aquí exigimos seriedad", afirmó.

Esta intransigencia va acompañada de una promesa de honestidad hacia sus jugadores, para evitar que se sientan "traicionados" como él lo ha sido en su carrera, haciendo alusión a una promesa de tiempo de juego incumplida por Massimiliano Allegri en la Juventus. Cita como ejemplo la gestión de la salida de Luis Henrique, a quien explicó la situación con total transparencia meses antes.