Argelia en jaque : La diplomacia del Sáhara lleva al país al aislamiento y la crisis financiera

Said
Argelia en jaque : La diplomacia del Sáhara lleva al país al aislamiento y la crisis financiera

En un análisis implacable, el ex ministro Noureddine Boukrouh dibuja un sombrío panorama de la situación diplomática de Argelia, especialmente en el espinoso expediente del Sáhara. La reciente visita de un enviado estadounidense a Argel parece haber cristalizado temores latentes, lo que, según él, presagia un resultado desfavorable para el país en un contexto internacional cada vez más complejo. Argelia se encontraría contra la pared, frente a opciones que habría aplazado durante demasiado tiempo.

Según Noureddine Boukrouh, el país está pagando hoy el precio de una serie de errores de apreciación estratégica acumulados a lo largo de las décadas. Señala una gestión que ha pecado por falta de clarividencia ante la evolución geopolítica, una sobrestimación de la influencia argelina en la escena mundial y una subestimación de la determinación de sus adversarios. Esta trayectoria ha llevado a Argelia a un preocupante aislamiento, tanto frente a sus vecinos inmediatos como frente a sus socios árabes y europeos, colocándola en una posición que considera la más peligrosa desde su independencia.

El costo financiero de este apoyo inquebrantable a la causa saharaui también es el centro de sus críticas. El ex responsable político menciona una factura colosal, estimada en nada menos que cincuenta mil millones de dólares en medio siglo, por una causa que considera hoy perdida de antemano. Una situación que afirmaba denunciar hace varias décadas. En 1998, escribió en una frase impactante : "En el Sáhara Occidental, por citar solo este ejemplo, Marruecos nos ha superado : ha obtenido la presa y nosotros hemos obtenido la sombra. Y agregamos que la sombra nos ha costado más que la presa..."

Este amargo balance se extiende a otro pilar histórico de la diplomacia argelina : la causa palestina. Noureddine Boukrouh observa con preocupación que, si bien goza de un amplio apoyo internacional, se enfrenta a obstáculos insuperables y corre el riesgo de perder los logros de décadas de lucha. Este paralelismo refuerza su sensación de un callejón sin salida estratégico para Argelia, que ha ligado su destino a causas que hoy parecen estancarse.

El análisis se vuelve aún más sombrío con la mención de recientes desarrollos en el mercado energético. La conclusión de un acuerdo de gas entre la Unión Europea y Estados Unidos se percibe como una amenaza directa para las cuotas de mercado de Argelia, lo que ilustra una pérdida de influencia incluso en sus sectores estratégicos. Ante esta acumulación de reveses, la pregunta planteada por el ex ministro sigue vigente : ¿qué margen de maniobra le queda a Argelia para evitar un escenario que, en sus palabras, podría hacerle perder "el dinero, la dignidad y la vida" ?